EL VACÍO QUE LLENA

EL VACÍO QUE LLENA.

Todos adolecemos de algo; a todos nos falta algo; nos duele algo. Todos tenemos algo roto en algún lugar; un socavón en el sentimiento; una falta; una ausencia; un carencia. Algo que no está; que se fue; que se perdió. Algo que no tuvimos o no se dio. Algo que nos dolió profundo; algo que nos marcó y cambió para siempre. Algo que queríamos que sea y no fue; y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Hay quienes lo llaman herida existencial; otros le dicen trauma; yo le llamo vacío; y es precisamente lo que nos llena…

Sin nuestros vacíos nada haríamos; ni buscaríamos tratando de encontrar; no tendríamos motivación ni energía para desafiarnos; para meternos dentro a ver qué hay. Sin esa carencia no emprenderíamos el viaje de reconocernos; aprender a contenernos; re-significar la vida misma. En ese vacío se encuentra muchas veces el sentido del Camino y el arte de aprender a caminarlo…

Todos en algún momento lo queremos llenar; lograr que desaparezca; que no duela más… pero si vamos de a poco tomando conciencia; aceptando que para algo ha de estar; nos damos cuenta que eso que creemos que nos falta es lo que en verdad nos llena; pues su energía es la que nos impulsa a seguir buscando; seguir creciendo; seguir encontrando; y nos da el sentido en el Ser y Estar.

Mi vacío me llena…
Para quien sienta.

CAROLINA WILCHES

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