Tenemos que sanar

Navegando por las redes me encontré con este precioso texto que nos muestra de una manera simple la importante necesidad de sanar emocionalmente para poder tener una vida plena y feliz.

Tuve que alejarme para sanar, porque eso hacemos los valientes, SANAR.

Sanar para no repetir los mismos errores.

Sanar para no matar mundos ajenos.

Sanar para no ensuciar otros corazones.

Sanar para no herir.

Sanar para no dar amor a medias.

Sanar para no ser conformista.

Sanar para darme cuenta de que las flores crecen en los jardines y no en el desierto.

Sanar para no autodestruírme.

Sanar para limpiar mis adentros.

Y aunque mi garganta cargaba miles de nudos.

Y aunque creía casi imposible dejar viejas costumbres, quise sanar, porque eso hacemos los valientes.

¡Perdonar!

¡Soltar!

¡Amar!

¡Sanar!

Me falta mucho, el Universo sabe que todavía me falta, pero día a día voy quitando de mi piel aquello que me hizo sufrir.

Lo estoy haciendo…

Lo hago…

Sigo sanando por la

persona más importante

de mi vida, ¡Sigo sanando por Mí!

Aprendamos a sanar, avancemos, gestionemos y superemos las diferentes cosas que han acontecido y acontecen en nuestra vida. Solo sanando nuestras emociones, cambiando nuestras creencias y creyendo en nosotr@s como quizás nunca nadie lo hizo antes podremos, por fin, tener la paz y el amor más importante; el amor a nosotr@s mism@s.

Escribe un comentario