¿Morir o dejar de sufrir?

El suicidio es un tema tabú en nuestra sociedad. Cuando alguien nos dice que quiere morirse solemos pensar que no lo dice en serio, que exagera o que simplemente por decirlo no lo hará.

Yo os planteo una pregunta ¿cuando os duele el estomago, que hacéis? ¿y cuando os rompéis una pierna? Normalmente vamos al medico, pedimos medicación y en casos graves hasta suplicamos que nos droguen (por ejemplo con morfina) con tal de no sufrir porque no aguantamos el dolor.

Entonces, ¿por que nos parece tan loco entender que haya gente cuyo sufrimiento emocional sea tan bestial que lo único que deseen es que se acabe? Porque eso justamente es la ideacion suicida, querer dejar de sufrir; dejar de sentir ese inmenso dolor.

Muchas veces no le damos el valor que debemos darle al dolor emocional cuando sin duda es un dolor tan bestial que hace que incluso haya personas que piensen que la única solución es dejar de respirar. Aun no vi que nadie pensase eso por un dolor fuerte de estomago o un dolor de muelas por muy intenso que fuesen.

Demos a las cosas la importancia real que tienen. Dársela no implica que ayudemos a nadie a morir sino que le damos a la persona la comprensión, empatía y espacio a su dolor.

La muerte es el fin, una vez muertos dejamos de sufrir pero lo cierto es que nunca sabremos lo que es esa experiencia pues no estaremos ahí para saborearla, para vivirla…es decir, no podremos ni tan siquiera sentir que ya no sufrimos.

Existen mucho bulos sobre el suicidio, entre ellos esta el de “si avisan es que no lo van a hacer”…es peligrosisimo pensar esto y yo creo que es una defensa que nos ponemos para quedarnos tranquilos con nosotros mismos.

Si observamos la ideas suicidas como deseos de dejar de sufrir mas que como deseos de morir quizás si podamos ayudar a esas personas a darles una esperanza, una mano a la que agarrarse. A veces una palabra de animo, unos minutos con una persona o un gesto amable puede salvar mas vidas que la mayor medicina.

La vida no es fácil, no lo es, eso es así. Si ademas hemos tenido infancias complicadas o no contamos con muchas ayudas todo se complica. La cuesta arriba a veces se torna agotadora, nos deja sin oxigeno, sin ganas, sin fuerzas…pero seguro que si alguien bajase a por nosotros o nos lanzaran una cuerda la cogeríamos porque no es que no queramos llegar es que no sabemos como hacerlo.

Si estas pasando por un momento asi recuerda que mientras tengamos un segundo de vida habrá esperanza. Si no puedes encontrarla en ti, si te quedaste sin oxigeno acude a las personas que pueden ayudarte (familia, amigos, conocidos e incluso desconocidos). No permitas jamas que ninguna persona ni circunstancia pasada , presente o futura te haga dejar de luchar por lo único que no sabemos si volverá; la vida.

Si tienes un familiar o amigo que te comenta que no quiere seguir viviendo, no le ignores. No fomentaras sus ideas por hablar de ellas. Dale espacio a su dolor, a sus miedos, a su desesperación. Muestra a esa persona que alguien le escucha, que existe, que es visto y que estarás a su lado. A veces, las personas solo necesitamos saber que alguien estará a nuestro lado para ayudarnos a subir.

Escribe un comentario