Cuando el cuerpo grita lo que la mente no acepta (1º parte)

Cuando el cuerpo empieza a «gritar» y no encontramos una razón física tenemos que empezar a plantearnos que es una forma de nuestra mente de que le hagamos caso. Hoy recupero y actualizo un articulo que escribí hace unos años porque me parece tremendamente importante tener conciencia de esto.

Muchas veces comenzamos a sentir dolores que no terminamos de entender. Dolores de cabeza, de estomago, de garganta. Muy típicos suelen ser los dolores de espalda o incluso de las piernas. Acudimos, como debe ser, al médico. Este nos medica pero no termina de pasársenos dichos dolores. Vamos a mas médicos, nos hacen pruebas y no encuentran nada.Cuando el cuerpo grita lo que la mente no puede

Una vez que hemos descartado cualquier problema físico, una vez los médicos nos han dicho que no entienden de donde viene esos dolores, que parece que nunca van a desparecer, es cuando quizás podamos plantearnos algo tan «extraño» como común como es la somatización. Muchos médicos terminaran diciéndote que es estrés. Lo que probablemente no sepan decirte es de donde viene y, sobre todo, como eliminarlo. Antes de seguir leyendo quiero que quede muy claro que este tipo de trastorno SOLO se puede tener en cuenta una vez descartadas las posibles causas medicas.

A veces la parte del cuerpo que nos duele puede tener que ver con el acontecimiento traumático que nos sucedió. Por ejemplo: podemos tener problemas de garganta porque nunca hemos contado algo al ser incapaces de verbalizarlo. Podemos tener dolores de cabeza por que en algún momento nos culpabilizamos de nuestros pensamientos.

Sin embargo, en muchas ocasiones ni tan siquiera hay una relación lógica entre lo que nos duele y lo que realmente no provoca ese dolor. Para aclararnos mejor voy a poner unos ejemplos de unos pacientes míos (he cambiado algún dato para conservar el anonimato)

  • Uno de mis pacientes acudió a mi con un dolor muy fuerte en un costado del cuerpo. Lo primero a lo que le «obligué» fue a ir al medico, el cual descartó cualquier problemática importante aunque si encontró alguna pequeña piedra en el riñón. Aun así esta pequeña piedra no explicaba ese fuerte dolor que ya duraba 4 años. Como ya habíamos averiguado la parte física y puesto remedio a esta por parte del medico se trabajo la parte psicológica. Sin querer meterme en detalles pudimos descubrir  que el dolor que este paciente no había logrado superar y que les estaba ocasionando ese terrible dolor físico durante ya mas de 4 años era la muerte de su hermano (que había sucedido unos 15 años antes). Trabajamos sobre aquello y tras varios meses de terapia  el dolor desapareció. No quiero meterme en mas cosas que supero este paciente, que fueron muchas, por que lo importante para este post es esta parte de somatización que tuvo a esta persona 4 años con dolores muy importantes y que en 6 meses desaparecieron para siempre.

 

  • Otra de mis pacientes presentaba muchísimas digestiones pesadas, dolores de garganta, piel atópica. Acudió tanto a medicina tradicional como a homeopatía y nada le ayudaba. Los síntomas volvían a aparecer continuamente. El motivo de consulta era depresión y claramente ella no tenia los síntomas físicos asociados a ella. Cuando empezamos a trabajar pudimos ver la vida que esta mujer siendo una niña había tenido que soportar. Insultos, humillaciones, gritos, palizas. Nunca se la permitió quejarse y creció pensando que era mala, no valía lo suficiente y no merecía cosas buenas. Una niña no puede enfrentarse a este tipo de cosas así que sobrevive. Para ello calla y acepta lo que le dicen como una verdad absoluta. Todas esas emociones no expresadas, esas sensaciones de pensar que ella era como la decían la hicieron desarrollar algunos síntomas físicos. Trabajando en terapia sobre lo que le había sucedido logramos que muchos de esos síntomas disminuyesen e incluso desapareciesen. La “niña” necesitaba “vomitar” lo que llevaba dentro y que tanto daño la estaba haciendo.

Muchas veces cuando nuestra mente no puede procesar algo hace que sea el cuerpo el que se ocupe de hacerlo. La manera que tienen el cuerpo de «llamar la atención» es a través del dolor. El problema es que el dolor, por si mismo, no procesa nada y aunque a veces haya medicinas que puedan paliar los dolores, la causa sigue ahí por lo que antes o después reaparecerán.

Cuando nos duele mucho la tripa no solemos tener mucho animo de hacer nada ¿verdad?. Si nos sentimos tremendamente tristes, ansiosos, aterrados o enfadados ¿Cómo no va a mostrarlo el cuerpo?

En la terapia EMDR damos mucha importancia al binomio cuerpo-mente. Desde mi punto de vista son elementos que no se pueden separar y que por tanto al estar conectados van a mostrarnos lo que le esta sucediendo a la persona. Trabajar con todo lo que conforma a la persona es la mejor manera, a mi parecer, de solucionar los problemas.

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