El amor y las relaciones sentimentales es un tema que está continuamente en boca de todos. Cada vez más, nos encontramos en las redes sociales tips o consejos para saber si tu relación es sana o señales para saber si se está verdaderamente enamorado.
A mi parecer, como terapeuta y persona navegando este mundo de sobreinformación, muchos de estos posts solo confunden y nos hacen dudar más sobre nosotros mismos o la persona que tenemos al lado. Como psicóloga especializada en pareja, mi recomendación es siempre acudir a terapia, ya sea de manera individual o juntos, para poder comprender mejor de dónde vienen las posibles dudas o frustraciones. Al mismo tiempo, podreis obtener herramientas para empezar a aplicarlas en vuestra relación.
Cuando trabajo con parejas, o individuos que vienen por problemas en la pareja, lo primero que me gusta explorar es el conocido como Triángulo de Sternberg. Sternberg es un psicólogo que definió el amor como un triángulo de tres vértices, en el que se encuentran presentes los componentes básicos de las relaciones de noviazgo: la intimidad, el compromiso y la pasión. Sternberg postuló que para que un amor sea consumado deben darse las 3 cualidades y que dependiendo de las combinaciones de estos tres conceptos, nacerán distintos tipos de amor.
Ninguno de estos tres “tipos de amor” es mejor que otro, ni más sano ni más deseable. Únicamente son orientativos sobre donde se puede encontrar nuestra relación, que de estar satisfechos en ella, podríamos disfrutar sin problema. Sin embargo, si notamos que algo faltaba y no podemos afinar qué puede ser, es posible que este triángulo nos sea de mucha ayuda.
Comenzaré explicando los tres vértices de este:
Las distintas combinaciones de estos vértices bien pueden explicar, seguramente, muchas de las relaciones que establecemos con nuestro entorno, también conocidos como los distintos tipos de amor:
Para explicar este triángulo en terapia, lo hago tangible a través de un taburete de tres patas, siendo las patas los tres vértices. Una relación con las tres patas firmes se siente quien se siente y se mueva lo que se mueva, se va a mantener de pie y soportará el peso. Una relación de pareja donde en su taburete una de las patas es más corta o está un poco floja, aunque de primeras se sostenga, a la mínima que se añada un poco de peso, se caerá.
Es por esto que, aunque estas indicaciones teóricas puedan aclarar o ayudarte a señalar qué sientes o qué te gustaría mejorar en tu relación, mi recomendación siempre es acudir a terapia. Que sea con la orientación y el punto de vista de un profesional el que te guíe, a ti individualmente o también con tu pareja, a conseguir estos objetivos, todo con la finalidad de poder disfrutar plenamente de tu relación.
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