Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mism@

“Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mism@. El límite del

maltrato que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te

sometes tú. Si alguien llega a maltratarte un poco más, lo más probable es que te

alejes de esa persona. Sin embargo, si alguien te maltrata un poco menos de lo que

sueles maltratarte tú, seguramente continuarás con esa relación y la tolerarás

siempre.” (Miguel Ruiz “los cuatro acuerdos”)

Cuando mis pacientes leen este párrafo suelen decirme que esto no es así, que es una exageración o cosas similares. Por desgracia no lo es.

Vamos a ponerlo aún más fácil con un ejemplo: si yo me maltrato a un nivel 9 de 10 (en una escala imaginaria de nivel de maltrato) lo más probable es que considere que un trato de 7 es un “buen” trato y quizás, solo quizás si encuentro a alguien que tenga un 10 en dicha escala pueda plantearme que quizás me están tratando mal. Sin embargo, ese 7 (que en una escala de maltrato es básicamente terrible) me parecerá no solo normal sino hasta algo bueno y puedo hasta verme agradecid@ a la otra persona por tratarme a ese nivel (al final, es menos que un 9).

¿Por qué me trato así?

En la vida todo depende mucho de lo que cada persona considere; hay quien cree que es una falta de respeto que le insulten y hay otr@s que les parece una tontería (quizás llevan siendo toda la vida insultad@s). Hay quien considera que el hecho de que le hayan pegado una o dos veces no es nada importante porque “a todos nos pegan alguna vez” y quien considera una autentica atrocidad que alguien haga eso a otras personas.

Los limites los ponemos cada un@ de nosotr@ y lo hacemos, en general, como consecuencia de lo que hemos ido viviendo y por tanto, aprendido. Si yo he aprendido que lo “normal” son los gritos, insultos o faltas de respeto diarias es poco probable que lo vea incorrecto en otros momentos de mi vida.

Que no veamos algo incorrecto porque en su momento fue lo habitual no lo convierte en algo sano y adecuado, tan solo lo convierte en algo familiar y no todo lo familiar es positivo.

Desaprender patrones incorrectos

En terapia trabajamos para desaprender patrones de conducta incorrectos, dolorosos y disfuncionales. Esto implica trabajar muy a fondo y plantear para nuestro presente unos límites mucho más claros y saludables de tal manera que empecemos a dejar de aceptar ningún tipo de maltrato o manipulación.

Una de las formas de lograr esto es aprender el gran valor que cada un@ tenemos. Lo que hace que mucha gente reaccione por fin al maltrato o la manipulación es ver como la persona en cuestión maltrata a alguien que consideramos muy valios@ para nosotr@s. Esto, es lo que muchas veces sucede en la violencia de genero; muchas mujeres toman la fuerza del hecho de no tolerar el maltrato a sus hij@s. También es algo que puede sucedernos cuando vemos como un/a amig@ trata a otr@ o como puede alguien, quizás, tratar a nuestro animal de compañía.

Lo importante es que tod@s somos tan valios@s como esos hij@s, ese/a amig@ o esa mascota que tanto amamos.

Cuanto mas aprendo a quererme yo mas van disminuyendo esas cosas que toleramos en los demás hasta que llega un punto en que nadie puede maltratarnos porque nos tratamos y cuidamos tan bien que cualquier cosa que se salga de ahí, afortunadamente, la rechazaremos.

Haz lo siguiente...

Os pido que penséis bien en el párrafo del principio y que observéis como os habláis, como os tratáis o que pensáis de vosotr@s. Una vez hecho esto, observar que estáis permitiendo a los demás; como os hablan, como se comportan o como os sentís en su compañía.

El como os sentís con determinada persona o lo que quizás toleráis o “dejáis pasar” a otr@, ¿os recuerda a algo o alguien?. Independientemente de la respuesta a esta pregunta yo os hago otra ¿Por qué lo permitís?. Quizás no sepáis porque, pero ya darse cuenta de lo que realmente está sucediendo y estoy tolerando es un paso enorme. Una vez dado y si no puedes tu sol@, busca ayuda de un profesional que te eche una mano a entender, procesar y superar lo que sea necesario para que el párrafo del principio cambie a:

 

“Nadie, en toda tu vida, te ha querido más que tú mism@. El límite del

amor que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te

sometes tú. Si alguien llega a quererte un poco más, lo más probable es que te

acerques a esa persona. Sin embargo, si alguien te quiere un poco menos de lo que

sueles quererte tú, seguramente terminarás con esa relación y dejarás de tolerarla para siempre»

Ahora, tú eliges con cual de los dos párrafos te quedas.