Violencia entre parejas del mismo sexo; Mitos y Dificultades

A continuación os dejo el segundo de los artículos sobre la violencia intra genero. Espero que al final del mismo tengáis, al menos, una pequeña idea sobre la realidad de su existencia así como los matices que la identifican. En la ultima entrega os daré un listado de recursos que os pueden ayudar en caso de estar sufriendo maltrato o simplemente adquirir mas información.

Los mitos y las falsas creencias sobre cómo son las relaciones entre personas del mismo sexo impiden la posibilidad del reconocimiento de la violencia tanto por parte de la población LGTB como por el resto de la sociedad. Estos son los más significativos:

La violencia de pareja existe sólo en parejas heterosexuales.  Las parejas del mismo sexo pueden, y de hecho lo hacen, maltratar e incluso a veces asesinar a sus parejas, y pueden llegar a utilizar tácticas de control y manipulación tan severamente como los maltratadores heterosexuales.

El mito de la igualdad. Al no existir diferencias de género, no existe esa diferencia jerárquica entre los mismos. No existen, supuestamente diferencias físicas y/o sociales. Sin embargo aunque pertenezcan al mismo sexo y no haya desigualdad en relación al género, las personas maltratadoras emplean otras desigualdades que les dan poder sobre su pareja: como el poder emocional sobre la otra persona, la clase social, el dinero, la diferencia de edad, el nivel educativo, influencias, estatus migratorio, y la voluntad de hacer daño a su pareja para su propio beneficio.

El maltrato mutuo. Presupone que a igualdad entre los miembros ha de haber igualdad per se en el trato, en todas sus relaciones o en las respuestas que la victima da a la violencia. Así pues, si una maltrata psicológicamente a la otra se traducirá como que discuten, o si uno agrede al otro, en realidad lo que se interpreta es que se agreden mutuamente, que no le hace realmente daño o bien que no le devuelve la agresión porque no quiere. Maltrato y autodefensa no son la misma cosa. Muchas personas maltratadoras afirman que el hecho de que sus parejas respondan a su maltrato hace a su pareja igualmente maltratadora. Así, las víctimas que han utilizado la violencia para defenderse pueden sentirse culpables por ello.

Las mujeres no son maltratadoras. Bajo la idea de que las mujeres son no violentas es inconcebible que en una relación entre mujeres puedan darse situaciones de violencia. Aunque los estudios señalan que la violencia física es menor entre las parejas de lesbianas, cabe destacar que como ya se dijo en artículos anteriores el maltrato no solo se da físicamente sino de multiples formas. También existe la creencia de que en la violencia intragénero quien es el/la más grande, fuerte o más masculina es la persona maltratadora. Pero tanto entre las parejas de mujeres como de hombres hay maltratadoras/es de todos los tamaños y complexiones y no es necesariamente la persona que parece más «masculina» la que agrede o maltrata. La violencia tiene que ver con el abuso del poder para controlar y dominar a la otra persona.

Los hombres no pueden ser víctimas. Los hombres pueden ser vulnerables a una agresión tanto en cuanto exista una relación de poder desigual en la pareja. De nuevo recordad aqui que existen multitud de formas de maltrato.

• Otro mito bastante extendido es el de que la violencia intragénero ocurre primordialmente entre parejas con poca formación. La violencia entre personas del mismo sexo ocurre en todos los grupos sin importar su estatus socioeconómico, lugar de procedencia, edad, y nivel de educación.

El maltrato para que sea tal tiene que ser físico. como ya vimos en un articulo anterior (Tipos de maltrato) existen multiples formas de malos tratos y abusos tan dañinos o incluso mas que el físico.

El mito de que quizá las víctimas exageran el grado de maltrato. Si fuera tan grave o malo como expresan, dejarían la relación y no lo tolerarían. Muchas víctimas minimizan el abuso porque se culpan y se avergüenzan. Las víctimas que consideran dejar a sus compañeros/as, se enfrentan a la posibilidad real de que las amenazas, hostigamiento y/o golpes, continúen o incluso se incrementen. El momento de la separación es un momento de alto riesgo para la víctima. También cabe la posibilidad de que la persona maltratada no esté siendo consciente del maltrato, que no valore que los actos que se comenten contra ella sean maltrato.

Un historial de violencia durante la niñez, estrés, o problemas de salud mental son la causa de que una persona sea violenta con su pareja. Es importante matizar que una persona elige o no maltratar a otra y es responsable de su comportamiento. Muchas personas han sufrido verdaderos calvarios en su niñez y no por eso eligen maltratar a otras así como otros han tenido vidas tranquilas y eligen hacerlo (atención a ese verbo; Elegir)

La adicción al alcohol o las drogas son la causa de la violencia. Las personas violentas pueden utilizar el alcohol u otras las drogas como una de tantas excusas para ejercer la violencia y para responsabilizar a otros/as por su comportamiento. El que una persona deje de beber alcohol o consumir otras drogas no garantiza que el abuso cesará. De nuevo resaltar que no todos los que beben o consumen sustancias abusan de sus parejas luego el consumo de alcohol o sustancias no justifica en ningún caso los malos tratos. (De nuevo, importante recordar el verbo «Elegir»)

Si un hombre transexual es violento con su pareja es porque la testosterona que toma le predispone a ello. La testosterona, ya sea producida por el cuerpo o tomada como medicamento, no causa violencia intragénero. Cuando una persona está en transición, las hormonas pueden afectarla más hasta que han integrado algunos de los cambios asociados en su cuerpo, pero el uso del malhumor o los arranques de ira para intimidar o controlar a la pareja son una cuestión de elección.

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