Terapia Cognitivo Conductual

La idea que subyace detrás de la TCC es que nuestros pensamientos y sentimientos juegan un papel fundamental en nuestro comportamiento. El objetivo de la terapia cognitivo-conductual es enseñar a los pacientes que, si bien no se pueden controlar todos los aspectos del mundo que les rodea, pueden tomar el control de cómo interpretar y manejar las cosas en su entorno.

Técnicas combinadas en la TCC

Reestructuración cognitiva

Entrenamiento en relajación

Estrategias de afrontamiento y de exposición

Este modelo acepta la tesis conductista de que la conducta humana es aprendida, pero este aprendizaje no consiste en un vínculo asociativo entre estímulos y respuestas sino en la formación de relaciones de significado personales, esquemas cognitivos o reglas. Igualmente los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están interrelacionados, de modo que un cambio en uno de ellos afecta a los otros dos componentes. En esa relación mutua las estructuras de significado (esquemas cognitivos) tendrían un peso fundamental, pues ellas representan la organización idiosincrática que tiene cada persona sobre lo que significa su experiencia, los otros y el sí mismo.

Durante el proceso terapéutico el clínico se vale de diversas estrategias que tienen por objeto la flexibilización y modificación de los esquemas disfuncionales y los pensamientos automáticos que se desprenden de estos

La terapia cognitiva conductual se ha convertido cada vez más popular en los últimos años en los profesionales de la salud mental. Se ha demostrado que la TCC ayuda a los pacientes a superar eficazmente una amplia variedad de conductas inadaptadas.