Rompiendo el silencio: El abuso sexual

Muchas veces la vida te va indicando en que debes especializarte. La primera vez que me entro un caso de abuso sexual vi tanto dolor y tanto daño que decidí que trabajaría muy duro con estas personas.

A dia de hoy, casualidades de la vida o el destino, tengo en terapia bastantes por no decir muchos casos de abuso sexual. Quizás ha sido el boca a boca de l@s que se han ido recuperando o quizás es que la vida te va trayendo aquello que se te da mejor, pero la realidad es que es algo en lo que en su día no pensé en especializarme y que, a día de hoy, sin duda, esta presente (junto a otras problemáticas) en 1 de cada 4 pacientes míos.

Varios de ellos me han animado a escribir sobre este tema. Me han pedido que visibilice aun mas esto y que les ayude a tener voz. Esa voz que a algun@s de ellos les ha sido negada durante mas de 50 años. Mujeres (y algún hombre) que no se habían atrevido a contar, que habían vivido que les llamaran locas por no creerles o que consideraban que no tenían derecho a quejarse.

Ahora muchos de ellos ya hablan, ya gritan y ya deciden (algunas incluso denunciar).  Los casos que yo tengo son prioritariamente iniciados en la infancia donde no podían hacer nada (ni tan siquiera buscar ayuda) pero ahora pueden y ahora lo hacen.

Una de mis pacientes, me dijo durante la sesión mas bonita que he tenido hasta ahora“me he pasado la vida buscando, esperando que alguien me ayudara, me escuchara, me salvase…miraba a mis padres, suplicaba a mis hermanos…nadie hacia nada, nadie escuchaba por mucho que yo contara… hoy me doy cuenta de que he tenido a esa persona siempre a mi lado: yo misma. Ahora mando yo, ahora decido yo y ahora yo salgo adelante”.

Fue una sesión mágica y a ella se lo comente. Haber logrado que dijera eso nos llevo horas de dolor y lágrimas…pero muchas menos que las que ya había pasado ella en su día. Ahora, por fin, toma su poder, su fuerza, su valentía…y, sinceramente, me siento tremendamente orgullosa de ella.

El abuso sexual genera un daño devastador y es la base de multitud de otras problemáticas: trastornos de personalidad, TOC, disociación, trastornos alimentarios, abuso de sustancias…el abuso sexual es una experiencia tan tremendamente traumática que lo “lógico” es que la persona al no poder procesarla genere cualquier tipo de patología para “sacarlo”. (hablare de esto en próximos artículos)

El abuso sexual implica una perdida total del control de las cosas. Unos sentimientos de vacío, incomprensión, culpa, asco…que hacen que la persona no pueda sentirse bien en prácticamente ninguna de las esferas de su vida.

He tenido sesiones donde la persona era incapaz de pronunciar la palabra abuso o violación. Sesiones donde hemos trabajado sin que me cuente nada. Desde su recuerdo, su sensación, su emoción hemos trabajado sin necesidad de que me cuenten detalles y solo cuando han querido y/o lo han necesitado me han detallado cosas. No hace falta escuchar algunas cosas solo hay que ver la mirada, la expresión, el dolor para percatarse del daño que esa persona ha sufrido. Lograr verbalizarlo, conseguir conectar con aquello, con las sensaciones, emociones…no es fácil, pero es necesario. Trabajar la culpa, el asco, la humillación, la vergüenza, el miedo, el dolor…es completamente indispensable.

Muchos de mis pacientes no vinieron por estos motivos. Algunas venían con otras cosas que “aparentemente” no tenían nada que ver (es muy normal bloquear e incluso olvidar episodios de abuso sexual). Otros si sabían lo que les había sucedido, pero necesitaron su tiempo y trabajar otras cosas para poder adentrarnos en esto. Todas ellas trabajaron, trabajan y trabajaran duro porque han decido que aquello que les hicieron no va a seguir marcando sus vidas, porque no es justo, porque no se lo merecen y porque no quieren.

Rompamos el silencio sobre este tema. Puede que en su momento no pudiésemos hacer nada porque eramos unos críos pero ahora SI PODEMOS. Vamos a trabajarnos ese daño, ese dolor…vamos a «devolvérselo» aunque sea metafóricamente a la persona y vamos a aprender a caminar libres, sin miedo y con fuerza.

Nota: Seguiré escribiendo sobre este tema, incluso tratare de traeros algún caso concreto con permiso. Solo os pido paciencia porque no soy escritora y porque al ser un tema con el que trabajo mucho deseo colocar bien la información e intentar aportaros lo mas posible. Ojala, aunque solo sea leyéndolos busquéis ayuda para poder seguir adelante.

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